viernes, 5 de julio de 2013

Diario del curso. Apertura oficial.

La antigua casa de oficios proyectada por Juan Herrera en 1587, actual casa de cultura municipal, fue el lugar escogido para la inauguración del curso. El primero en tomar la palabra, fue D. Antonio Troncoso de Castro, presidente de la fundación Luis de Trelles;  Don Antonio agradeció nuestra presencia, y no pudo resistirse a echar la vista atrás, nos habló de como el interés en los cursos había ido en aumento desde el primero, aquel que en un lejano verano de 1991 acercó a tantos curiosos, tras las huellas de Don Luis, al monasterio de Poio. A continuación, D. Antonio Vara Moreno, segundo teniente de alcalde del MI Ayuntamiento de San Lorenzo del Escorial y concejal de turismo, nos dispensó una cálida bienvenida, nos habló de como Don Luis había llegado hasta Madrid y hasta el Escorial; de cómo él insistía en que las cosas tienen que ser agradables a Dios y útiles al prójimo. Nos contó también ese sueño de Felipe II de convertir el monasterio en un palacio para Dios, de ahí lo grande de la basílica, y en una choza para él. D. Jesús Alcalá Recuero fue el siguiente en intervenir. Don Jesús es presidente diocesano de ANE Madrid y adorador, como el nos recordó, en la primera sección fundada por Trelles en el año 1887. Nos habló del profundo amor que Don Luis profesaba a la Eucaristía y de como su vida, su entrega, su dedicación y su amor  se habían convertido en un ejemplo para los adoradores. Nos hizo ver que hoy es misión de los adoradores, no solo seguir el ejemplo de Don Luis, si no también, lograr que sea ejemplo y modelo de vida entregada para el resto de cristianos. La inauguración concluyó con las palabras de la directora. Dña. Milagros Otero Parga dio la bienvenida a todos los que habían seguido a Don Luis de Trelles hasta El Escorial. Nos explicó los 3 pilares sobre los que se estructuraba el curso y que le auguraban un éxito importante: el lugar, la estructura equilibrada basada en la oración, el estudio y la cultura, al modo de Don Luis; y el buen hacer y el alto nivel intelectual de los profesores, elegidos, en cualquier caso, por lo sincero de su entrega a la causa de este siervo de Dios.

Dña. Milagros Otero; D. Antonio Vara; D. Antonio Troncoso;
D. Jesús Alcalá y D. Santiago Arellano 

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