martes, 2 de febrero de 2010

Un laico comprometido de nuestro tiempo...


" A la propaganda del mal, hay que proponer la propaganda del bien; hoy que la indiferencia en materia de religión quiere extinguir la llama del sacrificio cristiano, todo verdadero católico debe de ser apóstol, (...) es necesario hacer compartir esta felicidad a todos aquellos a quienes pueda alcanzar nuestra influencia..."

Luis de Trelles, La Lámpara del Santuario (1.885). Tomo XVI, página 68-69.

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