viernes, 2 de julio de 2010

Diario del curso. Persiguiendo a Trelles

Hoy más que nunca nos sentimos tras las huellas de Trelles. Hemos estado en Viveiro, en su tierra, esa donde, como nos decían ayer en la conferencia de la mañana, se convirtió en un hombre manso mirando al mar. Viveiro es un lugar especial, como de cuento, de calles estrechas y recogidas, de casas importantes... Aunque es una ciudad que parece no recordar demasiado a Don Luis, sólo aquel busto que se pierde en la lejanía del paseo marítimo, alguna placa... Si uno sabe mirar, puede imaginarlo correteando en las proximidades de su casa, puede comprender algunas de las cosas que lo convirtieron en lo que llegó a ser... Puede descubrirlo en muchos rincones, en muchas personas...
La mesa redonda de esta tarde nos habló de ese Don Luis que creció en aquellas calles y que aún en la distancia nunca dejó de sentirse viveirense, nos habló de un Don Luis agradecido con su pueblo, con sus gentes, un Don Luis más niño, más humano quizás que el que otras veces nos empeñamos en buscar...

Ponte da misericordia, Viveiro.
Aunque es la primera construcción realizada durante
la dominación romana, la estructura actual data de 1.544

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